SOBRE NOSOTROS
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Algo sobre nosotras
Stefania y Silvia, entusiastas del arte y de viajes, tu guía privada con licencia en Milán.
Si quiere descubrir la historia de Milán, sus modernidades y curiosidades, ¡ contáctenos! Estaremos muy contentas de compartir nuestra pasión y conocimiento con usted.
Lo que nos encanta de las visitas guiadas privadas es que nuestros clientes pueden personalizar fácilmente el itinerario según sus intereses y disfrutar al máximo de las ventajas de tener una guía profesional a su total disposición a lo largo de su estancia.


Stefania Fiegl
Amo a Milán porque…
He crecido y vivido toda mi vida en Milán. Desde cuando era pequeña, mi deseo era lo de viajar y aprender nuevos idiomas y culturas: lo que Milán me ha enseñado a lo largo de los años es que no importa a donde quieras ir o vivir, dentro de unos años su atracción siempre te llevará a si misma. En las últimas décadas, nuestra ciudad ha empezado un proceso de modernización que la está radicalmente transformando, de la típica ciudad italiana que era, en una moderna capital europea, que no tiene nada que envidiar a otras ciudades de su tamaño u importancia. Lo que más me gusta de mi trabajo es hacer sentir mis clientes verdaderos locales y probar en primera persona la energía de esta capital de la moda, del diseño y de la cultura y hacerlos descubrir mucho más de lo que aparece en la superficie!

Silvia Dondi
Amo a Milán porque…
Siempre me ha gustado mucho pasear por Milán, mi ciudad natal, y disfrutar de su belleza: no hay dos lugares iguales, y uno puede encontrar fácilmente su lugar feliz. En el momento en que estudiaba Arqueología en Milán, aproveché que la Universidad está en el centro de la ciudad para pasear y encontrar lugares fuera de los caminos tradicionales que ahora puedo mostrar durante mis recorridos. Se sabe que Milán es una ciudad dinámica, con oportunidades de negocios y café para llevar, almuerzos rápidos y un eficiente sistema de metro. Pero también hay algo conmovedor al respecto, y eso se puede sentir al caminar por las calles empedradas de Brera, o cuando pasamos por una entrada y descubrimos un mundo maravilloso detrás de una fachada severa o cuando nos paramos frente a la catedral del Duomo y contemplar la Madonnina. Lleva tiempo conocer Milán y apreciarlo y amarlo; pero una vez que lo hagas, la ciudad te pertenecerá. Esto sigue alimentando mi entusiasmo cada vez que lo hago

